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Fiesta Grande de San Cayetano

La fiesta de este año se encuentra en preparación. Pronto se publicarán novedades.


Contacto

Tel/fax: 4642-2899 y 4641-0583/1572
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Radio FM 107.1 Pan y Trabajo

Servicios Permanentes Del Santuario. ¿Qué Se ofrece al peregrino?

Catequesis de adolescentes y adultos: Bautismo, Confirmación, Primera Comunión o regularizar la situación matrimonial – Servicio de asistencia social; Servicio de farmacia – Oficina de Empleo Capacitación para el Trabajo Comedor nocturno (de lunes a viernes) – Alcohólicos anónimos – Jugadores anónimos – Narcóticos anónimos – Servicio jurídico.

Algunos pedidos que hacen los peregrinos a San Cayetano

• San Cayetano eres el mejor abogado de los pobres. Te pido por mi familia y por mí. Vos sabés la injusticia que estoy viviendo. Voy a volver a verte otra vez. Una me ayudaste, te pido otra vez más para ser feliz. Gracias.

• San Cayetano que sos el consejero. Gracias por estar siempre en los momentos justos. Te pido por nuestros hermanos que no falte el pan, el trabajo, que no bajemos los brazos y que miremos de vez en cuando el rostro de Jesús. Dignifica al hombre. Te quiero. Amén.

• Gracias mi querido San Cayetano por ayudarnos siempre y no olvidarte de nosotros. Vengo por mi mamá que siempre venía y porque sé que seguís cuidando y ayudando a mis hijos. Ellos nunca te olvidan y yo te necesito para que me ayudes en mi negocio que vos también me diste. Gracias por todo. Amén

Oración para el 7 de agosto

¡San Cayetano bendito, bendito San Cayetano!
Hoy, en el día de tu fiesta, vinimos para rezar ante tu Imagen sagrada
porque confiamos en tu intercesión, porque necesitamos la cercanía de Dios.

Peregrinamos para renovar tu protección, para contarte de nuestras vidas:
hay necesidades en nuestra gente, hay dolor en nuestros hermanos.
Cuesta conseguir el pan y sentimos que nos quieren robar la esperanza.

Pero seguimos creyendo porque Dios NO defrauda,
porque Dios NO abandona, porque Dios es fiel.

Padre Bueno, por intercesión de San Cayetano, te pedimos
Que fortalezcas nuestra fe, que nos renueves la esperanza
y que la caridad haga palpitar intensamente nuestro corazón
porque queremos vivir en paz, ayudando
y demostrando que aquí cada encuentro
nos pone siempre en camino.

Amén

Mensaje a los peregrinos

Hoy es un día de fiesta. Nuestro corazón está alegre porque celebramos un nuevo año junto a San Cayetano, ese amigo que desde el Cielo intercede por nuestras preocupaciones, por nuestros dolores, por nuestros deseos, es decir, por nuestras vidas.

Nuevamente hoy queremos dar testimonio porque nuestra fe en Cristo salva, nuestra esperanza en su Palabra NO es vana y nuestra caridad es el gran tesoro que cada día hay que fructificar.

Reseña de la vida de San Cayetano

En el año 1480 nace Cayetano. Su padre es Gaspar, Conde de Thiene y su madre María Porto. Tiene dos hermanos: uno mayor, Juan Bautista y Alejandro, el menor. A los dos años quedan huérfanos de padre.

Con el comienzo del nuevo siglo, poco después del descubrimiento de América, Cayetano cursa la carrera de abogado. Sus compañeros lo eligen delegado estudiantil en la Facultad y sus profesores lo alaban por las altas notas obtenidas. Responde con sencillez: «Creo que valgo por lo que soy, y no por lo que los demás digan de mí.»

El Papa Julio II nombra a Cayetano, Conde de Thiene, en un importante puesto en la Cancillería de los Estados Pontificios.

Uno de sus secretarios escribe: «A pesar del puesto; Cayetano no se da ninguna importancia. Viste con sencillez, atiende a todo el mundo aunque sea fuera del horario de oficina. Siempre activo donde lo necesitan. Trata a todos igual, ya sean ricos o pobres. Si mantiene esta actitud tan servicial llegará a ser un hombre muy importante…»

Con un grupo de diplomáticos logra evitar la guerra entre la República de Venecia y los Estados Pontificios, cuyos resultados podrían haber sido desastrosos. Gracias al acuerdo Cayetano gana enorme prestigio y comienza a sentir los halagos de la gloria.

Sin embargo, sabe que su vida necesita seguir el camino de Jesús. Así explica: «Siento que día a día mi vida suspira por amar a Dios. Mis años de abogado me enseñaron que el pueblo necesita palpar a Dios a través de las obras de los cristianos, de su acción, de sus enseñanzas, de su entrega. Quisiera hacer siempre la voluntad de Dios: esto deseo, y a esto aspiro. Ahora voy a dar otro rumbo à mi vida. Mi camino es dejar todo sin mirar atrás. Uniré mi propia vida a la Cruz de Cristo. Seré sacerdote.»

A los 36 años, el 30 de septiembre de 1516, Cayetano es ordenado sacerdote. Comienza su acción apostólica en Venecia.

Le preocupa el excesivo lujo de los palacios y la miseria de los suburbios. Se propone «no dejar de luchar hasta que vea a los cristianos correr hambrientos para nutrirse del Pan Sagrado.»

Organiza el primer Hospital de Enfermedades Infecciosas y cuando no queda dinero para pagar el sueldo a los mejores médicos de la ciudad ni para alimentar a los enfermos, ordena la venta de su biblioteca, lo último que queda de sus bienes: «Jamás dejaré de entregar lo mío a los necesitados hasta que me vea en tal pobreza que no me quede ni siquiera un metro de tierra para mi tumba, ni tenga un centavo para mi entierro.»

Son tiempos difíciles. En Alemania Martín Lutero, un monje, proclama la separación del Papa y se independiza de la Iglesia de Roma. Cayetano responde con un nuevo proyecto: «Creo que la Iglesia es siempre la Iglesia. Como esposa de Cristo no tiene ninguna mancha, ninguna arruga, es blanca y pura; pero por culpa de los hombres aparece corrompida… Quisiera presentar ante los ojos del clero un grupo de sacerdotes que vivan juntos, cumplan con el celibato, no busquen el dinero, sepan ser pobres… entonces el ejemplo arrastrará y comenzaremos la reforma desde nosotros mismos.»

El Papa Clemente VII aprueba el proyecto a pesar de la oposición de algunos asesores. Cayetano con varios compañeros dicen: «Somos célibes, como lo pide la Iglesia a todos sus sacerdotes. Queremos ser pobres: no poseeremos rentas, ni tierras. Sólo aceptaremos las donaciones espontáneas del pueblo. La riqueza no da al clero ni paz ni libertad para el apostolado. No viviremos ni en conventos ni en monasterios, sino en casas sencillas. Tendremos un superior responsable y dependeremos directamente del Papa. Nos dedicaremos al estudio de la Biblia, a la liturgia, a ayudar a los presos, pobres, enfermos. Nos Ilamamos Clérigos Regulares.»

Los Clérigos Regulares viven en Roma. Han renunciado a todos sus bienes y al grupo se une un obispo, Monseñor Carafa que con los años Ilegará a ser el Papa Pablo IV. Se instalan en una humilde casa de la calle Leonina, en un barrio suburbano.

Surgen alabanzas y críticas. Una noche alguien escribe en la pared: «Carafa, Cayetano, y compañía: no reformen imposibles, reformen sus cabezas de locos.»

Los jóvenes romanos se entusiasman. Comienzan las primeras vocaciones y la casa resulta chica. Se mudan a una nueva vivienda, en las afueras, casi pegados a la muralla de la ciudad.

El 6 de mayo de 1527 las tropas del emperador Carlos V saquean Roma. El Papa huye por un túnel secreto. Las tropas se apoderan de los bienes, incendian casas, violan, profanan templos…

Al llegar a la casa de los Clérigos Regulares les exigen dinero. Los sacerdotes responden que son pobres. La tropa no les cree y torturan a Cayetano enganchando su cuerpo con una soga de la que tiran a través de una polea. Se desmaya. Golpean al resto de los compañeros y se alejan furiosos.

Otros soldados los encuentran. Los llevan prisioneros para pedir el rescate a sus familiares. Si no entregan fuertes sumas de dinero morirán como otros rehenes. Cayetano y sus amigos se sienten más que nunca en las manos de Dios.

A raíz de un banquete entre varios jefes, entusiasmados por el vino y la euforia, el jefe de la guardia los deja ir, convencido de que nadie pagará por ellos. Huyen de Roma en una barcaza y un barco de la República de Venecia los devuelve a la tierra natal.

Cayetano se traslada a Nápoles para comenzar a difundir el espíritu y las energías de los Clérigos Regulares.
Sin perder un instante refuta los argumentos de otros religiosos que se extrañan de su extrema austeridad y del estilo de vida.

Funda un monasterio, refugio para prostitutas arrepentidas y toma la iniciativa de tramitar el establecimiento de un Banco Popular que conceda crédito sin interés, quebrando el criminal negocio de prestamistas usureros.

La actividad de los Clérigos Regulares en Venecia se multiplica:

• atención de hambrientos y enfermos cuando la gran sequía y peste de 1529 a 1532;
• proyecto de fundación de una imprenta para «ganar el pan con el sudor de la frente»;
• organización de una comisión de ayuda a los presos;
• servicios religiosos y asistenciales;
• colaboración con Carafa, que es designado Cardenal, en los estudios preparatorios de un Concilio. Se proyecta una amplia reforma de la Iglesia.

El pueblo de Nápoles se rebela contra el Virrey, representante de Carlos V. Tropas españolas y napolitanas se enfrentan en las calles y en las plazas. La furia de la multitud masacra brutalmente, el ejército imperial degüella sin contemplaciones.

Cayetano, con sesenta y siete años, busca un acuerdo entre los rivales. Parece no conseguirlo. Enferma gravemente. Pide la Comunión. A las cinco de la tarde del 7 de agosto de 1547 muere.

El pueblo le atribuye la paz, porque los embajadores del Emperador traen un acuerdo justo.

El 12 de abril de 1671 el Papa lo declara santo junto con Rosa de Lima y Luis Beltrán, ambos difusores del Evangelio en Latinoamérica.

Origen, evolución y desarrollo de la devoción

Por Simón Imperiale

Lo que acontece, desde hace tiempo en el barrio de Liniers conmueve y estremece la sensibilidad del pueblo de Buenos Aires y sus alrededores y aún más allá.

Esta transformación social religiosa popular sucede todos los días y los siete de cada mes, llegando a un clima de «fenómeno religioso», los siete de Agosto (día litúrgico de la festividad del Santo), llevan consigo una ritual organización del Santuario y de los sectores sociales del barrio con una atmósfera de fiesta, tan notable, que llama la atención del hombre común, del estudioso de las realidades religiosas, del antropólogo, del psicólogo, del sociólogo y del político.

La devoción de San Cayetano reviste un acontecimiento de permanente religiosidad popular, quizá única y peculiar en el mundo occidental por su forma expresiva y su contenido profundo de orden social.

Se adecua también a la tónica religiosa del moderno proceso histórico de evangelización integral latinoamericano, que, tal vez sin proponérselo anticipó significativa y eficazmente la actual llamada: Pastoral Popular – Pastoral de Social Cultura Popular Social.

Resulta curioso, que, siendo Cayetano un Santo italiano, nació en Vicenza (Venecia) y desarrolló su apostolado en Roma, Nápoles y su propia ciudad, en la época del Renacimiento, su personalidad promueve tanta fascinación y potencial espiritualidad que nos atrevemos a considerarlo argentino y con más precisión a proclamarlo un Santo porteño. Si no nació biológicamente en Liniers (banco de trabajadores y comerciantes) renació espiritualmente renovando su peculiar apostolado con idiosincrasia porteña.

Su vivencia y la permanente vigencia de su devoción obligan a analizar la psicología del Santo, su acción apostólica y retrotraer a la situación geopolítica de aquella época histórica que promovió el origen de su devoción, su evolución y desarrollo popular.

Reseña de la historia del Santuario

Por Simón Imperiale

Los terrenos pertenecieron a María Mercedes Cordova. Ella los donó en 1830 a las Hermanas del Divino Salvador, constituyéndose dueñas legítimas y desde ese momento iniciaron su labor religiosa en esas tierras de Liniers. La superiora, ahora Beata María Antonia de la Paz y Figueroa fundó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

Ellas levantaron, en un sector, una Residencia de Descanso que, es el actual colegio regido por la Municipalidad.

En el centro construyeron una Capilla, pequeña y chata dedicada a San Cayetano, para la asistencia espiritual de los fieles: asistir a misa los domingos y fiestas de guardar, y en el otro sector enfrente, el Convento y el colegio de niñas.

Una carta fechada en Buenos Aires, Abril de 1894, enviada al Sr. Intendente, suscripta por la Hna. Superiora: Juana Palavicini -Casa de Ejercicios – Liniers: Eduardo Lualdi Arq. Constructor y Esteban Massini, Pte. de la suscripta comisión, testimonia esta realidad. En la misma «ruegan sirva ubicar en el paraje denominado: «Estación Liniers», límite de la Capital, a una cuadra del Ferrocarril y sobre el Boulevard de circunvalación, la manzana propiedad de la Casa de Ejercicios para la construcción de un templo dedicado al titular San Cayetano (sic) según los planos y pliegos de condiciones que se acompaña a la presente y señalar la calle según la nueva traza para proyectar un plano del edificio que se construirá en dicha manzana para escuela de niñas, Casa de Ejercicios y Convento de las hermanas del Divino Salvador».

Se inauguró a los treinta días del mes de septiembre de 1875. Colaboraron numerosos vecinos y dueños de las viviendas, quintas y casas de vacaciones del distrito Liniers.

La feligresía aumentaba y paulatinamente, la zona se poblaba, el tren del oeste traía a los fieles de otros lugares lejanos.

Una carta de un señor importante, José María Cambra, fechada en noviembre 22, año 1900 -escribe al Excmo. Señor Arzobispo de Buenos Aires, Dr. D. Mariano Antonio Espinosa lo siguiente: «Habiendo aumentado considerablemente el número de habitantes en esta localidad y siendo estrecha la antigua Capilla de San Cayetano para contener a los fieles que concurren a la misa, los días festivos, especialmente en la estación de verano, que ya se aproxima, el infrascrito tiene el honor de dirigirse con el más profundo respeto a SER para que si lo considere oportuno, se digne concederte facultad de bendecir privadamente y habilitar la nueva Capilla levantada en esta localidad para poder celebrar en ella los días de fiesta, mientras la comisión de la misma no designe el día en que debe inaugurarse con las solemnidades prescriptas por la Iglesia».

En un espacio largo y amplio que daba a la calle Cuzco, entre el Convento y colegio y la Residencia, se construyó el Templo de una sola nave, dejando a ambos lados un lugar para una futura edificación de dos naves.

El estilo del mismo es más bien románico, con arcos y pilastras apropiadas a este estilo, simulando en los mismos columnas con capiteles jónicos, rojos cocinados sobre ellos se asoman hermosas cabecitas de angelitos. En el presbiterio se levantó un hermoso altar de mármol blanco con incrustaciones de verde ónix. En el nicho central se colocó un San Cayetano sin Niño Jesús en sus brazos (que guardan las hermanas). Más tarde, lo suplieron con una estatua del Santo con el Niño Dios en sus brazos.

La balaustrada de bronce y mármol era el comulgatorio. El púlpito se erigió en la primera pilastra. En la semicúpula que campea sobre el altar estaba pintada una Crucifixión. A los lados se colocaron once hermosos vitrales, que expresan en una estética composición de vidrios y colores la vida de San Cayetano, colocados en la bajada de la nave, dando un matiz sagrado y misterioso. Una esbelta torre de tres cuerpos se afina rematando en un cono de pizarra campeando una cruz de hierro forjado.

Una postal Nº 355 – Parroquia San Cayetano- Cuzco 124 (edición de Librería del Colegio), proporcionada por el señor Enrique Robira (h) nos manifiesta una imagen de cómo era, en ese entonces, el Templo, parte del Convento de las hermanas y Casa Residencial. En el atrio campean árboles robustos, circundando el conjunto arquitectónico por unos postes blancos, sosteniendo un tejido de alambre con vedas puertas de entradas.

A propósito de esta narración-descripción, presentarnos algunos detalles importantes como ilustración histórica.

En el año 1913, se declara Parroquia de San Cayetano. En el 1914 se construye el colegio actual del mismo nombre.

Reflexiones

Por Simón Imperiale

La devoción de San Cayetano permanece viva y pujante. No fue, por cierto, una moda eclesial impuesta por interés materialista. Hoy como ayer se trata de una realidad religiosa no esclarecida totalmente, pertenece al misterio de los designios de Dios y de la necesidad espiritual y material de los hombres

Esta surgió, como se desprende del relato, por una realidad humana existencias, psíquica, moral y política de orden social.

Las crisis de esta índole, siempre crisis del hombre, implica en último término una temática religiosa, pues, cuando acontecen angustian al corazón humano e incitan a no aceptar un modo inhumano de estar en el mundo y a que vivan el deseo de vivir más dignamente acorde a la persona humana: buscan el aquí mejor y el más allá develado de incertidumbres, no por medios mágicos, sino por un orden religioso sobrenatural.

Toda religión, su etimología lo expresa, constituye una ligazón esencialmente libre, una convivencia y correspondencia sagrada-profana del hombre con la Divinidad: programa con la Revelación los misterios de Dios, una doctrina teológico verdadera, una liturgia y pastoral pedagógica con formulaciones, rituales gestos y acciones diversas acordes al espíritu cristiano. Esto dispone al hombre a vivir las contingencias terrenales, con una religiosidad trascendente.

El racionalismo cientificista procura desvirtuar la realidad religiosa auténtica, y los mitologistas ocultistas, y las sectas explotan las características religiosas convirtiéndolas en superstición y sectarismo pseudo religioso.

Mito y realidad

Por Simón Imperiale

La devoción popular de San Cayetano, en cierto modo, manifiesta una expresión vivencias a toda reflexión y elaboración intelectual religiosa.

No se debe confundir con mito y magia, revela estructuras reales y múltiples modos de ser en el mundo, comparta una fe experiencias del pueblo irreflexivo y crédulo y sugiere actitudes religiosas para enfrentar los serios problemas existenciales: Dios, Vida, Hombre, Dolor, Mal, Muerte, vividas experimentalmente y que inquieren una reflexión teológica, un conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia, que aclara la mente e invita a obrar en consecuencia. Esto manifiesta la admisión y el acatamiento del hombre creyente en expresiones de piedad, caridad y esperanza en Dios y el Santo.

La organización pastoral del Santuario, mediante una pedagogía teológica: exhortación a la oración, recepción de los Sacramentos, vivir la liturgia y los Sacramentales: bendiciones, agua bendita, estampas, folletos, etc. y una solidaria distribución de bienes, promueve una progresiva cultura religiosa social popular imponderable. Por esto, notarnos en nuestra experiencia como aquella primitiva «Capilla» de San Cayetano, hasta el Santuario actual, se convirtió en una «Santa Casa de Dios» privilegiada donde se conviven y solucionan situaciones, necesidades espirituales y materiales, problemas humanos con el auxilio de la Providencia Divina, la del Santo y del pueblo cristiano.

No se trata de minimizar hasta negar el carácter religioso de la devoción del pueblo, considerándola peyorativamente mitológico, mágica o supersticiosa: ni se pretende reducir sus experiencias y sus comportamientos vivenciales, si se quiere, a expresiones falsas, absurdas o ¡Nacionales: tampoco, pregonar una realidad profunda teológicamente intelectual.

«Toda religión, aún la más elemental es una ontología -explica Mircea Eliade- revela el ser de las cosas sagradas y de las figuras divinas, muestra lo que realmente es, y de este modo funda un «mundo» que ya no es efímero e incomprensible, como lo es en la pesadilla».

En este sentido, no se trata, del requerimiento de un intelectualismo teológico del hombre, más bien sus constitutivos y formalidades expresivas, conllevan lo intelectual y afectivo, lo vivencias y sensible y por más rudimentarios, siempre posibilitan la ascensión cultural del alma del pueblo, a una comprensión metafísica y teológico del misterio de Dios, del hombre, del mundo y de la Santa Iglesia.

Chesterton en sus célebres paradojas dice: «Es locura meter el cielo en la cabeza, cuando es más cuerdo meter la cabeza en el cielo».

El devoto de San Cayetano obra de acuerdo a su fe y al sentido común que dona la Evangelización de la Iglesia Católica.

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