Segundo día de la Novena – Por los Pobres
30 julio, 2023Palabra de Dios
“Jesús dirá: Vengan benditos… porque tuve
hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed
y me dieron de beber” (Mateo 25, 34.35).
Meditación
San Cayetano era un hombre sensible y generoso. Le dolía ver las grandes diferencias sociales que había en este mundo. Le molestaba que un puñado de familias despilfarrara dinero y ostentara riqueza mientras muchos pasaban hambre o sufrían el frío del invierno sin abrigo. Él quiso imitar a Jesús y se reunió con otros amigos para llevar juntos una vida pobre. Fueron un grupo de jóvenes que eligieron vivir pobres y trabajar por los pobres para estar más cerca de los últimos de la sociedad.
Un día Cayetano descubrió que muchos jóvenes no se casaban porque no tenían todavía el mínimo de dinero como para iniciar una familia. También vio que había gente presa injustamente, pero que no podían salir de la cárcel porque para eso debían pagar un dinero que no tenían. Además descubrió que había jóvenes que aprendían un oficio y querían abrir un taller pero no tenían dinero para hacerlo. Por eso convenció a un grupo de personas para crear un banco popular que daba pequeños préstamos a personas pobres. Así se evitaba que cayeran en manos de los usureros que los esclavizaban.
Cayetano hacía todas estas cosas porque quería vivir a fondo el Evangelio y ser como Jesús. El Señor dice en el Evangelio: “Lo que hicieron a esos hermanos míos más pequeños me lo hicieron a mí” (Mateo 25, 40).
Cuando Cayetano leyó eso se dio cuenta que tenía que descubrir a Jesús en los más pobres, y entonces dedicó su vida a darles una mano.
Pedile a San Cayetano que te ayude a tener vos también un corazón sensible y generoso con los descartados de la sociedad. Pero además, si vos te sentís pobre y débil recordá que San Cayetano es un amigo de buen corazón que seguramente te comprenderá. Y él te ayudará a descubrir el amor y
la amistad de Jesús para que no te dejes vencer por los problemas.
Oración
“Gracias Dios nuestro por todo lo que nos das. Señor
Jesús, que tenés tanto amor por los pequeños y los pobres,
vengo a pedirte que me ayudes en mis necesidades.
También te pido por todas las personas que
sufren en la pobreza, que no pueden mantener a sus
familias, que luchan para llegar a fin de mes. Por la intercesión
de San Cayetano, te pido que no les falte el
pan y lo que necesitan para vivir. María, dales tu
fuerza de Madre. Amén”.